Jorge de Dompablo es un sacerdote de Madrid que se dedicó, siendo más joven, a acoger personas con problemas de drogodependencia, y que ahora lleva más de veinte años conviviendo en su casa con jóvenes africanos migrantes.
Hemos participado, este jueves 13 de febrero, en la conferencia que ha impartido en el Instituto Superior de Pastoral de Madrid, titulada «La inmigración, una oportunidad».
Jorge ha compartido su experiencia de vida, llena de nombres de jóvenes acogidos. Nos ha hablado de las pérdidas dolorosas que sufren los jóvenes migrantes (familia, amigos, raíces, cultura…), y también de las oportunidades que se abren al llegar a España y trabajar con constancia (estudios, trabajo, poder enviar ayuda a sus familias, el futuro se ensancha…). Lo que intentan hacer al acogerlos, decía Jorge, no es tan sólo echar una mano puntual a estos jóvenes, sino hacerles sentir que también tienen familia en España, y que, al quedarse con Jorge y sus amigos, han llegado a casa.
Jorge también ha lanzado un desafío a los oyentes: acoger a los migrantes es una oportunidad para los que ya estamos aquí. Es ocasión para cambiar nuestras vidas, humanizarnos, abrirnos al encuentro, simplificar la existencia, reconocer lo esencial.
En definitiva, se trata de la invitación que lanza Jesús en el Evangelio: «Fui forastero y me acogisteis» (Mt 25,35). Una invitación, dice Jorge, que todos entendemos bien, pero que casi nadie está dispuesto a poner en práctica.
Gracias, Jorge, por tu compromiso y tu testimonio.