Milly y su hija, Andrea Valentina, han entrado hoy en su nueva casa, el piso que Caravana tiene ahora en Alcorcón.
Son del Perú. Llevan apenas dos meses en España. Milly se ha venido para luchar por la salud de su hija. En el poco tiempo que llevan aquí, Milly ya ha conseguido buscarse trabajos con los que ir costeándose la vida.
Se las ve felices. El piso es pequeño pero muy agradable.
Lo hemos celebrado tomando una pizza con ellas. Valentina no dejaba de repetir: «¡Qué guay!» Una alegría verlas tan contentas.
¡Bienvenidas!
Me alegro de que Caravana Solidaria esté haciendo una labor social tan impresionante y lo consigue con mucho trabajo, dedicación , ilusión y con la ayuda de Dios que nunca falla.