Necesidad social y estilo de actuación

Nueva formulación de "necesidad social y estilo de actuación" de Caravana.

Caravana Solidaria busca dar respuesta a situaciones de soledad y aislamiento social, ligadas a vulnerabilidades multidimensionales, generalmente generadas al finalizar procesos terapéuticos en otros recursos, y que cristalizan en la dificultad concreta de encontrar una vivienda que sea, o se parezca lo más posible, un hogar.

El acceso a la vivienda es cada vez más caro. Según el “Observatorio de vivienda asequible”, el esfuerzo que las personas con salario mínimo tendrían que destinar al pago del alquiler en Madrid supera ampliamente el 30% recomendado. De hecho, alquilar en solitario una vivienda libre en Madrid supondría destinar el 102,6% del salario de una persona con ingresos bajos (entre 600 € y 1.000 €). La exclusión de la vivienda en Madrid, según el informe FOESSA, afecta en 2021 al 25,1% de la población.

Respecto a 2020, el precio de la vivienda en 2022 ha subido un 12,6%. Las personas con empleos precarios o sin ingresos o con ingresos de pensiones no contributivas se ven condenadas a vivir permanentemente en habitaciones alquiladas en pisos compartidos, donde se refuerzan las dinámicas de aislamiento social.

Ese aislamiento social resulta particularmente pernicioso en personas que han pasado por procesos de tratamiento de adicciones (más del 42% tienen recaídas) o que arrastran problemas crónicos de salud mental (entre un 20% y un 52% de las personas en riesgo de sinhogarismo en España tienen un trastorno mental, y en Madrid, la tasa de exclusión social entre las personas que tienen un diagnóstico de enfermedad o trastorno mental es del 32% en 2021, según el informe FOESSA).

En situación similar se encuentran mujeres víctimas de violencia de género, personas migrantes sin recursos, enfermos crónicos de ingresos muy bajos, y otros perfiles que encontramos entre los destinatarios de Caravana.

Todas estas personas forman parte del 14,3% de la población madrileña que, según el informe FOESSA 2022, está afectada por el eje relacional de la exclusión, que hace referencia, entre otras cosas, a la ausencia de lazos y apoyos sociales. Desde 2018, destaca en Madrid el muy notable incremento de la población afectada por situaciones carenciales en el eje relacional, que pasa del 4,7% al 14,3%, lo que supone un aumento de más del 200% en términos relativos.

La experiencia muestra que, en muchos casos, la soledad, el hecho de haber cortado casi todos los lazos familiares y relacionales en el pasado, enfrenta a las personas a múltiples riesgos y vulnerabilidades: recaídas en adicciones, mala gestión del dinero, retorno a relaciones tóxicas, agravamiento de problemas de salud mental, pérdida de trabajos… La precariedad económica que eso conlleva, condena a las personas a no tener nunca un hogar propio, sino a vivir permanentemente en habitaciones alquiladas o en albergues, con lo que eso supone de desánimo existencial y pérdida de horizonte personal.

A estas personas con alto riesgo de aislamiento, soledad, sinhogarismo y (re)caídas en diversos tipos de vulnerabilidades y exclusión, está dirigido nuestro proyecto.

Algunas de estas personas son alojadas en pisos de la Asociación; a otras se les acompaña externamente. A todas se les apoya con visitas, entrevistas personales, acompañamiento a tratamientos y gestiones, encuentros formativos y festivos, reuniones grupales por pisos, búsqueda de empleo y de recursos de los servicios sociales públicos. En este momento hay 13 personas alojadas en pisos y un total de unas 30 personas implicadas, incluyendo voluntariado y teniendo en cuenta que la mayoría de las personas beneficiarias se pueden considerar también voluntarias, ya que la Asociación utiliza una dinámica de interacción en la que todos pueden dar y recibir servicios.

Se trata de ofrecer “hogar”: entendido éste no solo como vivienda, sino también como red de relaciones humanas y afectivas, y como acceso a los derechos humanos básicos. No se trata solo de ofrecer “housing first” (vivienda), sino “home first” (hogar). Luchamos contra la terrible plaga de la soledad urbana de los más vulnerables.

En Caravana, se ofrece una red de apoyo no condicionada a la consecución de determinados objetivos, y una vivienda sin límite temporal. Lo único que puede romper esa alianza, claro está, es que la persona muestre comportamientos destructivos para la convivencia o desatienda intencionalmente sus obligaciones (contribución económica, colaboración en tareas). Si no, las personas pueden sentirse ya “en casa”, sin sufrir la inquietud que provoca el no saber cuál será la etapa siguiente. No se trata ya de cumplir objetivos en un proceso concreto, sino de “vivir”.

El juntar personas con problemáticas muy diversas (antiguas dependencias, migrantes sin recursos, víctimas de violencia de género, discapacidad psíquica, expresidiarios) contribuye a fomentar un trato más igualitario y a evitar estigmatizaciones.

La experiencia nos muestra que los cambios en las personas son espectaculares: serenidad, mejora en la salud, alegría, actitud mucho más positiva en el terreno laboral.

En el entorno de la zona de Aluche – Las Águilas (Latina), donde se ubican los pisos de la Asociación, no tenemos noticias de este tipo de oferta, es decir, la oferta de acompañamiento, red social y vivienda sin establecer objetivos a alcanzar o etapas que superar, sino como algo permanente e incondicionado que le permita vivir con mayor seguridad, venciendo la sensación de soledad y desamparo.

PDF