
«La dificultad del acceso a la vivienda es el principal problema en España en este momento», nos recordaba Jorge Moruno al comienzo de su intervención en el debate organizado por la Asociación Vecinal Las Águilas y la Asociación Caravana Solidaria, que ha tenido lugar este viernes, 30 de mayo, en la Biblioteca pública Antonio Mingote.
El debate llevaba por título: «Derecho a la vivienda: entre la codicia y la justicia». La codicia de un sistema de mercado que da prioridad al dinero, al beneficio financiero; y la justicia que corresponde a una sociedad más humana, donde las personas puedan tener seguridad residencial, viviendo en un hogar estable y asequible.
Nos dio la bienvenida María Luz Buendía, directora de la biblioteca Antonio Mingote, a quien agradecemos la acogida otorgada a esta iniciativa vecinal.
Gloria M. Dorado y Rosario Vara Cordero, de la Asociación Vecinal Las Águilas, presentaron el tema y a los intervinientes, y moderaron el debate.
Samuel Santos, del Sindicato de Inquilinas, explicó el doble sentido de la vivienda, como bien de mercado para beneficio del capital y como hogar para la vida de las personas, y presentó las tácticas de lucha sindical con las que buscan unir a la gente, plantar cara a leyes injustas y al rentismo, y perseguir el objetivo de sacar la vivienda del mercado, en el que queda sometida a los caprichos de los grandes tenedores.
Ana Encinas, médica de atención primaria en Carabanchel, nos contó su experiencia de encuentro cotidiano con personas que sufren angustiosamente la ausencia de vivienda digna. La salud debe ser comprendida de manera holística. El sufrimiento se somatiza de múltiples maneras, y los efectos de la precariedad en la salud mental son patentes. Ana expresaba su rabia y frustración al constatar cómo se están desmantelando tantas cosas esenciales (calidad del servicio de salud, espacios de encuentro, lazos humanos…) sin que acertemos a encontrar maneras de reaccionar. Citó al doctor Jorge Bucay, que hablaba de la «indefensión aprendida», que es ese sentimiento de impotencia ante situaciones complicadas, asumiendo la creencia de que no es posible hacer nada por solucionarlas o cambiarlas.
Jorge Moruno, diputado de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, aportó reflexiones fundadas en datos históricos, sociológicos, económicos y legales, sobre cómo -desde los años 50 del siglo pasado- se fue construyendo el imaginario de España como un «país de propietarios», favoreciendo a las inmobiliarias y a la banca, alejándose así de otros modelos europeos más justos y sociales, en los que se puede vivir toda la vida de alquiler pagando una proporción asumible de los ingresos de cada persona. Para cambiar de modelo, se requeriría una inversión significativa a largo plazo, de modo que se pueda disponer de un gran parque de vivienda pública permanente (no privatizable), y se ofrezca así una seguridad residencial que permita el desarrollo de proyectos vitales a largo plazo.
Cristina Olivares, de Caravana Solidaria, explicó cómo surgió la asociación, a partir del conocimiento de personas concretas que quedaban en situación de soledad, vulnerabilidad y exclusión residencial. La asociación se constituyó para ofrecer red de apoyo y alojamiento en pisos de convivencia que se parezcan lo más posible a un hogar. Esos pisos son posibles gracias a propietarios que renuncian a la codicia de los elevados precios de mercado y nos ponen alquileres mucho más asequibles. Se trata de una iniciativa pequeña, de estilo cercano y familiar, que, en este momento, alcanza a alojar a 17 personas.
Javier Álvarez-Ossorio, también de Caravana Solidaria, abundó en lo dicho por Cristina, resaltando la complementariedad de perspectivas e intervenciones. Por una parte, está la lucha social, vecinal, política y sindical en vistas a un cambio estructural de futuro. Por otro lado, está también la actuación artesanal, concreta, solidaria y posible en el presente para aliviar las condiciones de vida de algunos.
Un pequeño diálogo con la sala siguió a estas intervenciones.
Gloria clausuró el acto con una invitación a trabajar coordinadamente, y a reforzar los tejidos vecinales.
Muchas gracias a todas las personas implicadas en la preparación del debate, a participantes y asistentes, y a la Biblioteca Antonio Mingote.







Me alegra haber contribuido a que se celebrase esta Mesa de debate a sugerencia de Caravana, y tanto la Asociación como yo misma haremos, no solo “lo posible” sino también “lo necesario”, como quería Marcelino Camacho y en la medida de nuestras fuerzas, para que “la justicia” prevalezca por encima de “la codicia”